
El aloe vera es una planta suculenta con la capacidad de acumular agua dentro de sus hojas, lo que la hace muy resistente a la sequía y propensa a problemas por exceso de riego. Por ello, el riego debe ser muy moderado y adaptado según el clima y la estación del año.
Guía básica de riego
- Frecuencia:
- Invierno: Una vez al mes suele ser suficiente si el ambiente es frío y húmedo.riegopro+3
- Primavera/Otoño: Incrementa a dos veces al mes según la humedad ambiental y la temperatura.aloepluslanzarote
- Verano: Cada 10-15 días o una vez por semana, especialmente si la planta está al sol y hace calor.purplant+2
- Cantidad de agua: Moderada, evitando encharcar la tierra. El sustrato debe quedar ligeramente húmedo, nunca empapado.
- Cómo saber cuándo regar: Antes de regar, comprueba la tierra. Debe estar completamente seca en los 3-4cm superiores (puedes usar el dedo o un palillo para comprobarlo).druni+1youtube
- Tipo de sustrato: Usa una mezcla para cactus con buen drenaje, que evite la acumulación de agua en las raíces.20minutos+2
- Recipiente ideal: Macetas con agujeros de drenaje, anchas y poco profundas, ayudan a evitar el exceso de humedad.lanzaloe+1
Señales de exceso y falta de agua
- Exceso de agua: Hojas blandas, pérdida de color y pudrición en el centro. Es peligroso y puede causar hongos o muerte de la planta.telecincoyoutube
- Falta de agua: Hojas arrugadas y delgadas, que denotan que la planta está usando sus reservas internas para sobrevivir.telecinco+1
Recomendaciones prácticas
- No sigas un calendario estricto: La necesidad de agua depende de la ubicación de la planta, el recipiente y las condiciones ambientales.youtubepurplant
- Mejor pecar por falta que por exceso de riego: El aloe vera tolera la sequía, pero el exceso de agua es la principal causa de problemas graves.verdecora+2
- Después de trasplantar, espera unos días antes del primer riego.purplant
En resumen: El aloe vera se debe regar sólo cuando el sustrato esté totalmente seco, utilizando poca agua y evitando los encharcamientos. En los meses fríos apenas necesita riego; en temporada cálida puedes aumentarlo pero nunca abuses.
El secreto para un aloe saludable está en observar la planta y adaptar el riego según sus señales y el entorno. ¡Más vale quedarse corto que pasarse!